EL PUTO QUE NO ERA PUTO

Hace más o menos treinta años, habitaba un humilde hogar junto a mis padres y mis hermanos.

En aquella época(como casi todos los niños) sentía una gran pasión por los animales, fue entonces cuando recogí de la calle una pequeña gatita maltrecha y llena de piojos, que con el tiempo se convirtió en la mascota de mi vida, el animal que más he querido nunca, su nombre "Pussy".

Pasaron los años y Pussy tuvo varias camadas de gatitos y entre ellos hubo un gatito de un color marrón rojizo, mi padre quiso llamarle "Troski", fue un nombre que no cuajó. Su nombre final fue Don Puto.

Don Puto creció y un buen día que su madre Pussy se fue de correrías, él fue tras ella. Pasados varios días Pussy volvió, pero Don Puto no. Iniciamos la búsqueda, recuerdo ir por la calle con mi hermano en alguna ocasión y con mi padre en otras al grito de ¡DON PUTOOOO!, ¡DON PUTOOO! lo cual era de por si bastante ridículo.

A los pocos días llegó mi padre diciendo que lo había visto merodeando cerca de casa, salí provisto de unos trocitos de hígado que me sirvieran de cebo, y los coloqué estrategicamente, tras media hora, que pareció un siglo apareció nuestro amigo lanzándose sobre el hígado y yo sobre él. Lo llevé a casa, estaba sucio por lo que mi madre lo bañó y lo perfumó, ¡que felicidad!, había vuelto el hijo prodigo.

Esa misma noche Don Puto parecía mirar con deseo a su madre, cosa que en los animales es habitual, y cometió un grave error, maulló, su maullido era ronco y en nada se parecía a la voz que siempre había tenido, todos nos dimos cuenta de inmediato(cosa que ya empezamos a sospechar anteriormente) que ese pobre animal no era nuestro querido Don Puto.

"El puto que no era puto" acabo con sus huesos en la calle, aun recuerdo verlo desde la ventana mirando hacia arriba con cara de asombro, como si no entendiera nada(me recogen, me lavan, me perfuman e incluso ponen a mi disposición una hembra y sólo por abrir la boca me echan,"¡Meu! cheñores humanos son ustedes malos" "¡chi cheñoes!, achi cho yo".