lunes, 24 de mayo de 2010

LA CORNADA

Seguro que mucha gente habrá visto la espectacular cornada que sufrió un torero recientemente y en la que el asta del toro salía por la boca del matador.



Seguro que el morbo producido por esas imágenes, alimentó las mentes de miles de entusiastas de la mal llamada fiesta nacional.



Seguro que miles de entusiastas aplauden la propuesta de la Generalitat Valenciana de clonar a "Ratón", un toro de bous al carrer que destaca principalmente por la cantidad de mozos corneados por él.



Seguro que la tortura, el sufrimiento, la muerte y la desdicha de esas pobres bestias, seguirá siendo (por desgracia) la diversión de multitudes que llenan plazas y calles, en las que en unos casos unos individuos vestidos con pijamas de colores y luces ceñidos a sus cuerpos y marcando paquete, hacen gala precisamente de lo que no son y en otros jóvenes y no tanto, embriagados hasta las cejas, urgan con palos los maltrechos cuerpos de los animales o les colocan bolas en los cuernos que les producen graves quemaduras, cuando no les producen ceguera.




Seguro que esta misma gente llenarían los circos romanos, exigirían a los gladiadores que acabaran con la vida del vencido, esperando con ansia que el pulgar del gobernador, emperador o mandatario de turno girara hacia abajo.

Muchas, muchisimas de estas personas, para más inri se dicen cristianos. ¿Sabéis que dirían los toros si pudieran hablar?.




¡ A LOS LEONES CON LOS CRISTIANOS!

3 comentarios:

  1. Querido Iñigo:Eres mas prolifico que el protagonista de "y con 8 basta"
    No puedo mas que estar de acuerdo contigo.No se puede justificar tan cruel "espectaculo" con la misertable excusa de ser un bien cultural.....la cultura nunca puede ir de la mano con la barbarie
    Un abrazote

    ResponderEliminar
  2. Estic d'acord amb tu Iñigo i amb Juanjo. Festa nacional? bahh ...que és deixen de xorrades, pareix que visquem en la prehistòria.

    un besot

    ResponderEliminar
  3. Creo que no es necesario más comentarios, simplemente manifestar la repulsa hacia la defensa y promoción que semejante barbarie disfruta de ciertas administraciones públicas.

    ResponderEliminar