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¿Nacemos con la mente en blanco?, ¿somos como un libro que sólo tiene escrito el prólogo?.

Posiblemente durante el embarazo, durante la formación de nuestro cuerpo y por tanto de nuestro cerebro, se van estableciendo ciertas conexiones neuronales básicas para nuestra supervivencia fuera del útero materno, tales como el control del latido de nuestro corazón, la respiración etc, son funciones automáticas que realizamos sin pensar.

Sin embargo durante nuestra estancia en el interior de nuestras madres, parece ser que percibimos sonidos y algunos cambios de luz si esta última es lo suficientemente potente, podemos oír música del exterior e incluso voces, tanto de la madre como de los que la rodean,hay quien afirma que es de suma importancia para el desarrollo posterior de nuestro cerebro, que nos hablen o que nos pongan por ejemplo música de Mozart, no obstante recientes estudios parecen desmontar esta teoría.

Pienso que a tan temprana edad podemos ser capaces simple e instintivamente, de asustarnos por un tono de voz excesivamente grave, o sentirnos a gusto con un tono suave y melodioso, pudiera ser que el exceso de unos tipos de tono u otros influyera de alguna forma en nuestra seguridad a la hora de afrontar las cosas, pero de ahí a que seamos genios consecuencia de las audiciones que nuestros padres tengan a bien ponernos va un mundo.

A veces me imagino bebe pensando "ya está otra vez este plasta poniéndome este sonido infernal que no me deja dormir", o a mis padres discutiendo "¿estos dos me tienen que criar?, prefiero irme al orfanato".

Somos un libro en blanco, cuyo prólogo escriben nuestros progenitores, pero el resto de las hojas hemos de escribirlas nosotros día a día, con nuestras vivencias, experiencias, alegrías, desengaños, triunfos y derrotas.

Sin duda habrán capítulos de travesuras, capítulos de amoríos, nuestro primer beso, nuestra primera vez, habrán capítulos de desengaños y de traiciones, capítulos de solidaridad, de celos de egoísmos, de madurez , de familia y de vejez.

Llegaremos a nuestro último capitulo, a nuestra última página, quizá deseando escribir una página más y al igual que nuestros padres escribieron nuestro prólogo, en los casos más afortunados alguien especial, nuestra pareja, nuestros hijos, alguien...........

ESCRIBIRÁ NUESTRO EPÍLOGO, desapareciendo en la nada de la que venimos.