lunes, 28 de junio de 2010

LA TERCERA PALMERA



En las reuniones de amigos, en los tiempos en que pasábamos largas horas juntos y que daba para hablar de los temas mas variopintos, una de las cosas que más nos solía gustar era fantasear y filosofar, a menudo creábamos ridículas teorías.




Una de estas ridículas teorías era la de la velocidad negativa, ¿en que consistía?, bien, consistía en que la variable principal era el tiempo, no el espacio, que pasaba a ser una constante, el objeto en cuestión no se movía del sitio, lo que realmente cambiaba era el entorno, algo así como la maquina del tiempo de H.G.Wells.




Otra de nuestras fascinaciones eran los viajes astrales, habíamos leído sobre ellos y de como realizarlos mediante técnicas de relajación.




La cuestión es que una noche que me encontraba en casa, decidí probar (como otras muchas), empecé a relajar los brazos, luego las piernas, el cuello, el tronco y finalmente la cabeza, el efecto que se conseguía era el de una especie de hormigueo por todo el cuerpo, haciendo parecer que eras más liviano, después debías imaginar que tenias un doble invisible que debía abandonar mi envoltura material.




Llegados a este momento me dormí sin remedio, al cabo de un tiempo, no sabría decir exactamente cuanto, los sueños llegaron a mi mente, evidentemente la había sugestionado de tal forma que soné que viajaba instantáneamente a cualquier sitio que pensara, hice una visita a varios de mis amigos, a los que ví durmiendo plácidamente, intente quedarme con algunos detalles de sus habitaciones, las marcas de sus televisores o de algún objeto que me pareciera interesante, posteriormente fui a nuestro lugar habitual de reuniones, un paseo frente al instituto flanqueado por sendas filas de palmeras, era una noche muy ventosa y una de ellas se encontraba volcada en el suelo, empecé a contar, lado izquierdo , 1 , 2 y 3 , la tercera del lado izquierdo.




Al parecer tanto viaje provocó en mi una sed insaciable, me levante de la cama como hacía muchas noches y me dirigía a la cocina, me dispuse a girar la llave del grifo, pero no podía agarrarlo, atravesaba mi mano como si esta fuera intangible, volví a intentarlo .... el resultado fue el mismo, corrí hasta mi cama, en ella estaba yo durmiendo, ¡no puede ser!, ¡no puede ser!, me repetía , presa del pánico me lance contra mi cuerpo y desperté sobresaltado, ¡uufff!, todo había sido un sueño.




Al día siguiente, como todos los días fui recogiendo a mis amigos para encaminarnos hacia el instituto, fui relatando el sueño que había tenido, las marcas de los televisores efectivamente correspondían con los de mi sueño, lo cual no demostraba absolutamente nada, pues yo había estado en sus casas infinidad de veces.Uno de mis amigos me pregunto "¿donde tengo el despertador? y ¿de que color es?", yo respondí, "en tu habitación no hay ningún despertador", "así es, no hay ninguno", todos empezamos a reír, pues todo era aparentemente muy irreal, les conté también lo de la palmera, el cachondeo era mayúsculo.




Llegamos al paseo y allí ante el asombro de todos, la tercera palmera del lado izquierdo...... estaba en el suelo.




3 comentarios:

  1. ... esto me recuerda a una peli. has visto (3- hierro)? jeje.. ya me explicaras el procedimiento, no me importaria experimentar la sensación. un buen relato.

    un beso

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  2. Es un relato real o ficticio?En cualquier caso enganchante
    Posible explicacion:posiblemente la palmera ya estaba en el suelo en otra ocasion que pasaste por alli,pero no lo percibiste conscientemente
    Un abrazote

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  3. El relato es real, posiblemente tengas razón, yo sigo pensando que fué un sueño y así lo tomo, pero no deja de divertirme y de inquietarme, aunque nunca jamás volví a experimentarlo(soñarlo).

    Un abrazo

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